Se distribuyen entre el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio. En México, los de mayor tamaño están en el océano pacífico, en las costas de la Península de Baja California (por ejemplo, Cabo Pulmo). Se trata de un ecosistema costero constituido por algas pardas, rojas y verdes, formando grandes mantos que pueden llegar a medir desde unos pocos metros, hasta hectáreas de treinta metros de altura. Son uno de los ambientes más productivos del océano, comparándose con los arrecifes, humedales y las selvas tropicales.
