La insalubridad del medio ambiente puede ser letal, especialmente para los niños más pequeños, ya que son sustancialmente vulnerables a la contaminación del aire y el agua debido a que sus órganos y su sistema inmunitario se encuentran apenas en desarrollo y a que todo su cuerpo, en especial sus vías respiratorias, es más pequeño.
La exposición a sustancias peligrosas durante el embarazo incrementa el riesgo de tener bebés prematuros. Además, la contaminación del aire aumenta el riesgo que corren los bebés y niños en edad preescolar de contraer neumonías y enfermedades respiratorias crónicas como el asma, mientras que en la edad adulta también puede verse incrementado el riesgo de sufrir cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.