El impacto en México de la crisis alimentaria originada en el año 2008, provocó, en paralelo una brusca caída del producto interno bruto, un rápido aumento de la pobreza alimentaria en nuestro país, la cual pasó de 13.8% de la población en 2006, a 18.2% en 2010, revirtiendo la tendencia positiva en la disminución que se había venido produciendo desde 1996.
A raíz de estos hechos o como su consecuencia, tienen lugar dos acontecimientos trascendentales en México que ha modificado el escenario de la política sobre la seguridad alimentaria de la población.