El aumento de las concentraciones de los gases está subiendo la temperatura del planeta y esto genera consecuencias tales como, glaciares derritiéndose, lluvias en aumento y eventos meteorológicos extremos más frecuentes. El rápido cambio climático junto con el aumento de personas en el planeta y la actividad económica, amenaza las prácticas agrícolas y ganaderas del mundo.
La agricultura es muy sensible al cambio climático, por ejemplo, al elevar la temperatura se reduce la producción de los cultivos deseados y provoca un aumento de malas hierbas y pestes que pueden provocar infecciones. Al aumentar las lluvias, aumenta el riesgo de que la mayoría de las cosechas se echen a perder y fracasen a corto y largo plazo.