Llegó el momento de afrontar los hechos. Cada día somos más y la degradación ambiental que se deriva de nuestra actuación en el planeta es cada vez mayor. Los desechos tóxicos y aparatos electrónicos obsoletos que se siguen descartando son incalculables y África aparece como uno de los continentes más castigados. Si no se mitigan estas condiciones, el futuro aparece amenazante.
La cumbre celebrada en Río de Janeiro en el año 1992 puso en evidencia un dato referente a la población humana que hizo que el mundo empezara a tomar conciencia de los problemas que ocasiona la explosión demográfica. En aquella ocasión se supo que en los últimos 200 años la población aumentó unas seis veces. Las proyecciones estiman que para el año 2600 habría 630,000 millones de habitantes, con lo cual no habría más de 3 cm cuadrados de espacio disponible para cada persona en el planeta. Esto significa que las personas deberán producir más alimentos o comprarlos.