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El desarrollo de las ciudades
Este se ha visto también cruzado por otras disparidades presentes entre su crecimiento demográfico y la capacidad estructural de resolverlas no sólo con antelación, sino a medida que se presentan en el tiempo. Entre esas disparidades, destacan las relativas al consumo energético y los servicios en general, así como al transporte privado y público.
La concentración de viviendas, industrias y comercios implica un consumo energético cada vez mayor, utilizado tanto para la vida cotidiana como para una producción intensiva y una creciente publicidad comercial. No escapa a esta crisis, paradojicamente, el mayor consumo de bienes y servicios elementales y sofisticados, en su mayoria a fuerza de la energía eléctrica.. Solo en Estados Unidos, donde se concentra alrededor del 5% de la población mundial, la que de combustibles fósicles - carbón, petróleo y gas natural - necesaria para el desarrollo de la vida social y económica de sus habitantes produce 25% del dióxid de carbono, un elemento clave en la alteración del clima planetario.
Lejos de lo que pudiera pensarse, las elevadas chimeneas de las industrias no limitan la cantidad de contaminantes, sino que los irradian a mayor altura. Sin bien el efecto inmediato es la no concentración en un lugar de estos contaminantes, no evitan que sean transportados a grande distancias de su origen, "bajando" y produciendo estragos en zonas más alejadas. De esta manera, poblaciones no fabriles, cursos de agua y grandes extensiones de campos pueden verse afectados por las emanaciones de contaminantes originadas a cientos de kilómetros.