Al analizar a estos dos arácnidos, muy probablemente podríamos caer en el error de confundirlos con especies diferentes; no es así. Se tratan de dos ejemplares de la especie Nephila pilipes, uno macho (pequeño de color naranja) que es eclipsado por el gigantesco tamaño de la hembra.
Esto, amigos, es lo que conocemos como dimorfismo sexual llevado al extremo.
Durante mucho tiempo, los biólogos han indagado sobre las posibles razones por las cuales se presentan estos tamaños tan desproporcionados entre machos y hembras de una misma especie.
Algunos han pensado que el gran tamaño en hembras se relaciona con una mayor protección para el cuidado de las crías, favoreciendo de esta manera la segregación de su descendencia.
Sin embargo, en estos casos, algunos piensan que los machos han evolucionado a tal grado de “encogerse” para ser más discretos cuando en temporadas de reproducción, estos se acercan a las hembras (las cuales son muy agresivas).