El fresno era un árbol venerado por los templarios, ya que lo relacionaban con San Juan Bautista y era tal su importancia para ellos, que incluso muchas de las aldeas o pueblos que fundaron, en sus nombres tienen o hacen alusión a este árbol.
Los templarios también lo usaban para tratamientos contra el reuma.
El fresno es un árbol alcanza 15 a 20 metros de altura, de tronco recto y cilíndrico, proyecta mucha sombra.
La madera es densa, dura (una madera noble) y muy fuerte pero elástica, ampliamente usada para hacer arcos, mangos de herramientas, bates de críquet, bates de béisbol, hurleys y otros usos que exigen gran fuerza y resistencia. También a menudo se usa para instrumentos musicales como guitarras.
En la mitología noruega, el Árbol del Mundo (Yggdrasil) se considera normalmente que es un fresno. El primer hombre, Ask, se formó a partir de un fresno, mientras Embla, la mujer, podría retrotraerse al Alm (Olmo).
En Cheshire, se decía que el fresno podía usarse para curar las verrugas o el raquitismo.
En Sussex, el fresno y el olmo se conocían como “los Hacedores de Viudas” porque sus grandes ramas a menudo caen de improviso.
En la mitología griega, las Melíades eran ninfas del fresno, de la misma manera que las dríades eran ninfas del roble.
El fresno exuda, era una sustancia azucarada que supuestamente, era fermentada para crear el aguamiel de la poesía nórdica.