Los niños también están expuestos a productos químicos nocivos contenidos en los alimentos, el agua, el aire y otros productos de su contorno. Por ejemplo floruros, plaguicidas, plomo, mercurio y otras sustancias nocivas pueden acabar en la cadena alimentaria, siendo el origen de diferentes padecimientos, entre los que se encuentra el cáncer.
De acuerdo al informe ¡no contamines mi futuro, 361,000 niños menores de cinco años mueren a causa de enfermedades diarreicas debidas al acceso insuficiente a agua salubre, saneamiento e higiene. 270,000 niños fallecen poco después del parto por diversas causas, entre ellas la prematuridad, algunas de las cuales podrían haberse prevenido mediante el acceso a agua potable y reduciendo la contaminación del aire.
