Ésto incluye el consumo de productos, energías, especies y recursos naturales. Para ello compra productos orgánicos y apoya a los productores locales, quienes suelen ofrecer alimentos obtenidos con prácticas más amigables con el medio ambiente. Otra buena medida, es consumir artículos sin empaques o con envases biodegradables.
Asimismo, se recomienda reducir el consumo de agua porque su sobre explotación causa estragos ecológicos en los ecosistemas acuáticos. También puedes disminuir el gasto de electricidad, lo que contribuye a reducir la quema de combustibles fósiles para su generación, evitando a su vez la emisión de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático.