Este huracán Katrina no fue un fenómeno de la naturaleza fuera de la común, incluso se podría decir que la terrible tormenta Katrina que tocó en la costa de Luisiana el 29 de agosto del año 2005 fue un desastre ocasionado por el hombre desde la fundación de Nueva Orleans en 1718. Poco después de esta fecha, la ciudad sufrió una inundación debido a que el río Misisipi hizo lo que siempre hace; se desbordó, y la gente también hizo lo de siempre: reconstruir. En un juego para ver quién puede más, varios huracanes arrasaron la ciudad en 1722, y de nueva cuenta, el año siguiente. Cada vez, los residentes se reagruparon y reconstruyeron.
En los tres últimos siglos, huracanes mayores y desbordamiento del río ahogaron y golpearon Nueva Orleans en no menos de 27 ocasiones. Después de cada desastre, se construyeron y reconstruyeron diques. Sabiamente, los habitantes se mantuvieron en las tierras altas hasta comienzos del siglo XX. La ciudad pese a los esfuerzos de combatir estos problemas, enfrenta otras problemáticas que abarcaron desde la pérdida de los pantanos hasta los efectos del calentamiento global. Si en los cálculos, se incluye la soberbia humana, el riesgo de otro desastre y la precaria ubicación geográfica de la ciudad, la cuenta puede resultar más cara de lo que se quisiera imaginar.