En la India los buitres fueron alguna vez tan comunes que nadie se preocupaba con contarlos, pero a principios de los años noventa del siglo pasado, tres especies empezaron a morir. Al buscar la causa, los científicos descartaron virus y bacterias y dieron con el diclofenaco, un fármaco anti inflamatorio cuyo uso había sido recientemente aprobado para animales. La cantidad de este medicamento presente en un cadáver de res puede matar a varios buitres en cuestión de días.
La India prohibió la manufactura del medicamento, pero su uso todavía está muy extendido. Con apenas unos miles de buitres restantes, Bombay Natural History Society está criando estas aves en cautiverio.